samedi 24 novembre 2007

Ciencia y anti-ciencia

Es el nuestro un tiempo de pleno triunfo de la ciencia, esto es, de la razón aplicada a la comprensión del mundo natural? Es mi opinión que desgraciadamente no. Es imposible negar como la ciencia y sus aplicaciones tecnológicas han cambiado de manera absolutamente radical nuestro mundo en unos pocos cientos de años, pero esto es muy diferente a decir que la mentalidad científica ha permeado la cultura popular. De hecho, en todas partes encontramos mas bien pruebas del éxito de lo que, a falta de un nombre positivo, podriamos llamar anti-ciencia .


En una época de supuesta iluminación científica, de manera paradógica (o tal vez no) lo oculto, lo paranormal, lo misterioso está más de moda que nunca. Los programas de televisión sobre lo paranormal tienen una audiencia muchísimo superior a los pocos programas de divulgación científica, y no digamos ya las publicaciones escritas, con el ejemplo flagrante del "Codigo da Vinci" y similares, que deben hacer retorcerse de dolor a cualquier historiador minimamente serio. Bajo el paraguas de un supuesto multiculturalismo políticamente correcto proliferan todo tipo de terapias alternativas naturales , como si la medicina del brujo de la tribu fuera tan válida como la mejor medicina occidental (basada, no olvidemos, en la comprensión de las causas naturales de las enfermedades y de las respuestas biológicas de los organismos a estas). Por no hablar de horóscopos, astrología y adivinaciones diversas, un mercado tremendamente dinámico. Todo esto sumado a una cultura científica cada vez más pobre, donde las pocas apariciones de la ciencia en la escena pública se deben a conflictos ajenos a su naturaleza (políticos como en el cambio climático o éticos como en biotecnología).


Cuales son las características que hacen que toda este conjunto de disciplinas sean no solamente no científicas, sino más bien el paradigma de la anti-ciencia? Se podría argumentar que la falta de confirmación experimental, pero por ejemplo un fanático de los ovnis nos diría que se han documentado millones de observaciones u otras tantas abducciones, o un adicto a la medicina alternativa diría que esta ha curado a millones de personas a lo largo de los siglos (un punto crucial del método científico, el caracter cuantitativo y no meramente descriptivo de la observación, parece que se les escapa a estas personas).


Yo creo que el argumento con más fuerza para denunciar estos movimientos anti-científicos (y por lo tanto anti-racionales y anti-humanos) es que por más observaciones y experimentos que se realicen, nunca se avanza en la comprensión del fenómeno en cuestión. Para entender esto, demonos cuenta que la ciencia avanza no solamente cuando se observan fenómenos nuevos, sino cuando se unifican todo esta serie de observaciones en un cuerpo sólido, unificado y coherente de conocimiento llamado teoría científica.


Pongamos por ejemplo los fenómenos paranormales. El nombre ya indica la falsedad presente, pues lo que la ciencia trata de hacer es convertir fenómenos inexplicados en fenómenos normales a través de su comprensión racional, pero sin nada paranormal se les acaba a muchos el tinglado, esto es, que no hay nada en el mundo que fastidiaría más a estas personas que entender lo paranormal. Los científicos (o al menos la immensa mayoría) no creemos que, digamos, la telepatía o la telequinesia sean tonterías por mero prejuicio. Podría suceder que existiera por ejemplo un método de transmisión de información entre cerebros basados en ondas electromagnéticas o otro mecanismo que explicara este supuesto fenómeno, o (forzando la máquina) que existieran nuevas fuerzas desconocidas que pudieran ser activadas a distáncia por algún organo humano.

No, decimos que son una falsedad primero de tdod porque jamás se han observado en las condiciones que validan un experimento científico (como el ser capaz de ser repetido sistemáticamente por personas diferentes en condiciones similares), que es algo mucho más potente que la mera experiencia cualitativa. Segundo y más importante aún, porque incluso las personas que afirman experimentar estos efectos, por más años que pasen, son incapaces de formular una explicación unificada de su origen y de sus causas. Por ejemplo, desde los años 50 hay noticias de observaciones de ovnis, millones de ellas si creemos a sus fanáticos, pero después de todo este tiempo nuestro conocimiento sobre los visitantes es tan absolutamente nulo como hace 50 años: son verdes o azules? como propulsan sus naves? vienen de urano, ganímedes o raticulín? Y la excusa de una conspiración mundial para ocultar el fenómeno es ridícula: creer que todos los gobiernos del mundo son tan tremendamente eficaces para ocultar a los alienigenas de la opición pública es para mi una hipótesis mucho más increible que la misma existencia de los pequeños seres azulados (además porque son siempre antropomórficos los aliens? Si la evolución diera lugar a otras formas de vida inteligentes, seguramente daria lugar a formas mucho más divertidas!).


Podría seguir poniendo ejemplos de como la nuestra es una época tremendamente anticientífica, para depresión de los iluministas que creian que la ciencia eliminaría la superstición y la incultura. Encontrar revistas serias de divulgación científica como Investigación y ciencia junto a panfletos como Año cero en las librerías es algo que a mi personalmente me revuelve las tripas. Pero más allá de caer en la desesperación, esta percepción nos debe impulsar a transmitir con más fuerza todavía la belleza que golpea a la persona que se enfrenta a los misterios de la ciencia, esto es, a la verdad de la realidad y no a nuestras nebulosas ilusiones. Es esta belleza que apasiona al científico lo que puede permitir recuperar, más allá de planificaciones diversas, un amor por el conocimiento científico en nuestra sociedad.

mercredi 21 novembre 2007

La guía políticamente incorrecta del calentamiento global

El cambio climático y sus efectos es uno de las temas más de moda actualmente, como se ha podido ver en la reciente reunión del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC) en Valencia. Sin embargo, las conclusiones científicas de los estudios sobre el cambio climático y el calentamiento global se entremezclan con las conclusiones políticas y sociales, con lo que es difícil a veces distinguir la ciencia de las consecuencias políticas que se justifican en esta ciencia.



No es casualidad que el IPCC y Al Gore hayan recibido el Premio Nobel de la Paz y no de la ciencia, pues para mucha gente el calentamiento global es un problema sobre todo moral, la ciencia del cual esta plenamente establecida. Debido a esto, cualquier persona o organismo que o bien plantee que el calentamiento global no es tan severo como algunos alarmistas plantean, que dude que se deba en mayor parte a efectos antropogénicos o que razone que las soluciones que se proponen (como el protocolo de Kyoto) pueden no ser las mas efectivas para tratar este problema son automáticamente estigmatizados por la inmensa mayoría de la comunidad internacional, sin estudiar siquiera los fundamentos científicos de sus opiniones, y siendo incluso acusados de negacionistas. Esta situación es ciertamente incómoda, pues sabemos los resultados dolorosos que históricamente han opuesto al pseudo-dogma científico con la auténtica ciencia, desde el caso Galileo, las persecuciones de Lysenko o más recientemente el movimiento creacionista.


El libro de C. Horner que acaba de aparecer, La guía políticamente incorrecta del cambio climático (Ciudadela) es un análisis deliberadamente provocativo del movimiento ecologista actual y su caballo de batalla más reciente, el calentamiento global. No es un libro científico, aunque si muestra como el actual movimiento ecologista tampoco lo es, es más, como es profundamente anti-científico, y como si es necesario se exageran dramáticamente incluso los modelos más extremos de calentamiento global y cambio climático, como el la famosa película de Gore, “Una verdad incómoda” . Se aumentan espectacularmente las cifras de organismos como el IPCC, poco sospechosos de escepticismo, u se pasan de aumentos del nivel de mar de centímetros a metros y de aumentos de temperatura multiplicados.



En el libro se explican ejemplos interesantes de como resultados científicos han sido aceptados sin las preceptivas comprobaciones en revistas prestigiosas, solo porque eran favorables a la hipótesis del cambio climático antropogénico, como el famoso “stick de hockey”, la gráfica de la temperatura de la Tierra en los últimos mil años.: No se extraen las mismas conclusiones de la grafica del IPCC del año 1990:

donde se ve que en la Edad media la temperatura fue superior a la de la actualidad, que una version posterior que afirma lo contrario:

(al menos se ponen errores, muchas veces aparecia esta gráfica sin errores) y finalmente la versión corregida de la gráfica anterior, donde vuelve a aparecer el periodo cálido medieval:

Cual es la versión correcta? Es difícil de decir sin tener un conocimiento técnico del método utilizado, pero no es imposible que influencias externas a la ciencia hayan influido en la interpretación de los resultados.



La existencia y la magnitud del cambio climático antropogénico, y sus efectos previsibles son ciertamente en problema científico (y muy complicado debido a la complejidad de los sistemas climáticos), pero la manera de como enfrentarse a ellos es en cambio un problema político. Si son realmente las emisiones de gases de efecto invernadero las causantes de este calentamiento global, entonces lo que se requiere no es simplemente un poco más de reciclaje sino una reestructuración masiva de las economías mundiales y sobre todo de las fuentes de producción de energía, que no es pecata minuta. Es curioso que las mismas exigencias se presentaban hace 30 años, donde entonces lo que se temía era una hambruna mundial y un congelamiento global que nos llevaría a una nueva edad de hielo.


Otro capítulo a parte merecen las respuestas al calentamiento global. Una alternativa seria generalizar el uso de la energía nuclear, pero también en este punto las opiniones ecologistas y de gran parte de la opinión pública se oponen por prejuicios anticientíficos. Las llamadas fuentes de energía alternativas no son a día de hoy rentables, y solo subsisten gracias a las subvenciones masivas de los estados (sumamente beneficiosas por otra parte por tantas empresas energéticas responsables que luchan contra el cambio climático).


Este libro no puede considerarse como una fuente de referencia para entender la ciencia relativa al conjunto de procesos climáticos globales denominados genéricamente como cambio climático y calentamiento global, pero si que es estimulante para motivar a buscar siempre la verdad científica también en estas situaciones, donde muchas veces las consideraciones políticas y económicas deforman y utilizan, cuando no directamente falsifican, las conclusiones y estudios científicos. Yo animo a todo el mundo que tenga interés real en este problema que vaya a la web del IPCC, se baje los documentos científicos y se los estudie, es la mejor manera se saber que postura tomar sobre este problema. También recomiendo que se esté atento a las magnitudes implicadas: las respuestas frente al calentamiento global no serán iguales si el aumento previsto de la temperatura en este siglo es de 2 grados o de 20 grados!

mercredi 14 novembre 2007

Las dudas de la física en el Siglo XXI

La historia de la ciencia es muchas veces la historia de la unificación de fenómenos que se creian indendientes en un único marco teórico. Podemos considerar por ejemplo la unificación de movimientos terrestes y celestes a cargo de Newton, la unificación del movimiento uniforme con el reposo de Galileo, la unificación de la electricidad y el magnetismo de Maxwell, la unificación de los movimientos acelerados con la gravedad en la Teoria de la Relatividad General de Einstein o la más reciente unificación del electromagestismo con la fuerza nuclear débil. El objetivo de muchos físicos teóricos es seguir este camino hasta encontrar la famosa Teoria del Todo, una teoría que unificaría todas las fuerzas conocidas con todas las partículas y con el mismo espacio tiempo, la teoria última de la que en principio se podrían derivar todo el resto de las leyes de la naturaleza.

Uno de los mayores impedimentos actuales para encontrar (si existe) esta Teoria del Todo se encuentra en las tremendas dificultades en unificar probablemente las dos teorias más importantes de la física: la relatividad general, la teoria de la gravedad y del espacio-tiempo, con la mecánica cuántica. Mucho se ha trabajado en esta frontera de la física teórica, a la que Einstein mismo dedicó los últimos años de su vida. Sin duda la candidata más sólida para esta unificación es la famosa Teoria de Cuerdas. En esta teoría, las partículas dejan de ser puntuales y se transforman en minúsculas cuerdas, de manera que la unificación de fuerzas y partículas es immediata: cada fuerza es una manera distinta de interactuar entre las cuerdas y cada partículas es una manera de vibrar de estas cuerdas fundamentales. Claramente la dimensión de estas cuerdas en muchos ordenes de magnitud inferior a las menores distancias jamás examinadas por el hombre.

Desde que se solucionó un problema matemático clave para la viavilidad de la teoria, la llamada cancelación de la anomalía en 1983, muchos de los mejores físicos teóricos del mundo se entregaron en cuerpo y alma a estudiar esta nueva teoria. Aunque en el principio se pensaba que en pocos años se podría encontrar la teoría de cuerdas definitiva que tenía asociada toda la física de particulas que hoy conocemos, con el tiempo esta esperanza se fue desvanenciendo. Es este aparente fracaso de la teoria de cuerdas para satisfacer todas las espectativas que había generado lo que se analiza en el libro “Las dudas de la física en el Siglo XXI” del físico teórico Lee Smolim, que ha trabajado él mismo en teoria de cuerdas así como el otras formulaciones alternativas de la gravedad cuántica.

Smolin repasa el estado actual de la teoría de cuerdas. Uno de los problemas fundamentales con los que se enfrenta la teoria es la existencia de una infinidad de teorias de cuerdas aparentemente válidas (aunque nunca se ha encontrado una teoria que corresponde a nuestros parámetros físicos). Para superar este problema, algunos teóricos de cuerdas han propuesto la existencia de un multiverso, un conjunto de universos donde las leyes de la física son diferentes, y en el que vivimos nosotros la teoria de cuerdas correspondiente es tal que lleva a una física favorable a la vida y a la formación de organismos complejos. Otra de sus críticas es la falta de formalismo matemático, y su excesiva dependencia en conjeturas e hipótesis no demostradas.

Tal vez aparte de las objeciones científicas la mayor crítica de Smolin a la teoria de cuerdas es que su comunidad científica, según él, es cerrada, arrogante, insensible a la crítica y que impide la investigación en teorias alternativas de la gravedad cuántica, como la gravedad cuántica de lazos en la que el mismo Smolin ha trabajado. Por otra parte, es cierto que aunque es necesario que existan siempre una amplia variedad de lineas de investigación en todo tema científico, la teoria de cuerdas ha obtenido resultados hasta ahora mucho más sólidos que cualquiera de estas otras teorias alternativas.

En resumen, un libro interesante para tener una visión alternativa de la teoria de cuerdas respecto a las descripciones mucho más favorables (y populares) de físicos como Greene o Leonard Susskind. Es también interesante su estudio del impacto de la sociología (y la ideología) en la práctica científica. La teoría de cuerdas, y la física teórica en general, se encuentran en un momento de impasse, que esperemos que las sorpresas que nos proporcione el gran colisionador LHC de Ginebra, cuando colisione protones a las mayores energías jamás conseguidas por el hombre, nos ayuden a avanzar en el conocimiento de las leyes fundamentales de la naturaleza.

mardi 13 novembre 2007

El lenguaje de Dios

Me acabo de leer el estupendo libro "The language of God", del Dr. Francis Collins, Premio Principe de Asturias de la ciencia en 2001 , fue el Director del Proyecto Genoma Humano, el proyecto público que en el año 2000 consiguó descifrar la practica totalidad del código génetico humano, nuestro libro de instrucciones por asi decirlo. Este hito científico, impensable solo 20 años antes, abre ala puerta a la capacidad de tratar multitud de enfermedades genéticas que se consideraban incurables. La version española del libro tambien acaba de aparecer, con el algo desafortudanado titulo en mi opinión de "Como habla Dios".


El título del libro se refiere a la frase que pronunció el presidente
americano Bill Clinton cuando se anunció la secuenciación del genoma humano en el año 2000 , en la que se comparaba la secuencia del ADN humano al lenguaje de Dios, esto es, a la manera que Dios ha utilizado para darnos vida. Esta referencia explícita a Dios, impensable desde la mentalidad laicista europea, fue una sugerencia precisamente del Dr. Collins, él mismo cristiano evangélico, para quien efectivamente la investigación científica nos permite conocer al Logos, el orden con el que Dios ha creado en mundo y por lo tanto a Dios mismo.


Hoy en dia mucha gente tiene el prejuicio, insertando en la mentalidad común especialmente en Europa, de que al parecer la investigación científica es la antítesis de la religión, o al menos de las religiones organizadas tradicionales. Es para negar esta supuesta antítesis lo que motivó al Dr. Collins a escribir este libro, donde además propone una síntesis fructífera entre ciencia y religión (que el denomina BioLogos) que se opone a los extremismos en los dos sentidos, tanto el de negar la religión en función de la ciencia (ateismo cientifista) como el de negar la ciencia en fucnión de la religión (creacionismo, diseño inteligente).


No voy aquí a intentar mostrar porque es tan obvio que este prejuicio es completamente falso (la misma existencia de grandes científicos que eran y son profundamente creyentes, desde Copérnico, Galileo y Newton hasta Collins o el padre del evolucionismo moderno Dobzhansly la refuta ipso facto), algo que escapa del objetivo de este post. Solo me gustaría remarcar que este libro aparece en un momento histórico en que parece que se produce una nueva guerra entre ciencia y religión, alrededor de diferentes temas, sobre todo temas de bioética y de evolución, especialmente en América. El segundo caso es particularmente doloroso para Collins, pues tanto negar la evidencia científica más fundamental (en este caso el hecho de la evolución, que no sus mecanismos) que hace el creacionismo de raiz protestante como el argumentar que la evolución es incompatible con la creencia religiosa, como proclaman cientifistas como Dawkins o Dennet, son imposturas ideológicas que desgraciadamente se complementan una a la otra, mientras que la postura de Collins es en mi opinión la más razonable (y la que se corresponde con la experiencia de la immensa mayoria de científicos creyentes).


Como la guinda de un buen pastel, el libro del Dr. Collins viene acompañado de un apéndice donde con rigor científico se discute toda la problemática actual sobre temas de bioética como la clonación y el uso de células madre en investigación. Sus planteamietos y sus propuestas firmemente cientificas a la vez que ancladas en un reconocimiento de la dignidad humana son muy útiles en un tema donde a veces la discusión ideológica impide el auténtico debate científico y ético.